El último informe PIRLS (Estudio Internacional sobre el Progreso en Comprensión Lectora) ha arrojado datos claramente negativos para España. Su conclusión principal, en lo que respecta a nuestro país, es que los alumnos han empeorado en comprensión lectora, tras bajar en siete puntos respecto al anterior estudio.
Esta vez, los datos se refieren a los alumnos de 4.º curso de Educación Primaria (de 9-10 años), pero podrían hacerse extensibles a otros cursos y etapas, por ejemplo, a la enseñanza secundaria, donde coinciden los alumnos adolescentes, un colectivo que, según otros informes, es el más proclive a abandonar los hábitos lectores tradicionales y donde la comunicación digital es protagonista.
Desde este Colegio Oficial, que integra mayoritariamente a profesionales de la Educación, la Pedagogía y las Humanidades, recibimos este nuevo informe PIRLS con preocupación, pero no con sorpresa. Somos conocedores de que los hábitos lectores de nuestros alumnos deberían mejorar, especialmente en algunas edades; y de que el uso -más bien abuso- de los instrumentos tecnológicos en la comunicación personal y en el entorno del ocio no facilitan la lectura reposada, ni la interiorización de contenidos.
Los datos del Informe PIRLS 2021 son especialmente preocupantes porque sin comprensión lectora es muy difícil avanzar en el aprendizaje y conseguir el éxito escolar. Y no solo de las materias de Humanidades, sino de todas las asignaturas que integran el currículum: comprender lo que se lee es imprescindible para asimilar los conocimientos en las áreas de Ciencia y Tecnología, para entender los enunciados de un problema matemático o para realizar correctamente un comentario de texto. Además, comprender lo que se lee significa reflexionar y adquirir un criterio propio ante los muchos mensajes que nos llegan del exterior. Comprender lo que se lee significa madurar en el aprendizaje.
Tras los resultados de PIRLS 2021, la escuela y los profesionales que la integran se enfrentan a un reto: superar una carencia que fomenta el fracaso educativo. Para conseguirlo, debemos lograr que los espacios curriculares asignados a las materias de Humanidades -especialmente Lengua y Literatura- nunca queden reducidos en favor de otras disciplinas como la Tecnología que, aunque necesarias, no cumplen el papel competencial de estas.
Enseñar a leer es tarea de todos. Por eso desde este Colegio Oficial apostamos por:
1-. Fomentar espacios de calma y silencio en el entorno familiar y en el escolar para hacer disfrutar de la lectura a nuestros hijos y alumnos. El buen clima escolar y familiar es imprescindible para adquirir estos hábitos. (PIRLS 2021 pone de manifiesto que el rendimiento promedio en lectura fue más alto para los estudiantes en escuelas con “casi ningún problema”; aproximadamente 20 puntos de diferencia entre ambas categorías se mantienen en España -524 vs. 504- y resultan ser estadísticamente significativos).
2-. Seguir trabajando en el buen uso de la tecnología y en la protección digital de los menores.
3-. Poner especial énfasis en las primeras etapas de enseñanza, en las que se asienta la competencia lectora, apoyando a los maestros y maestras encargadas de esta importante tarea (Según PIRLS, el rendimiento promedio en lectura fue más alto para los estudiantes en escuelas donde un mayor porcentaje de los estudiantes que ingresaban estaban dotados de habilidades básicas de alfabetización).
Ver más: https://www.educacionyfp.gob.es/inee/evaluaciones-internacionales/pi
