La Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional fue aprobada de forma definitiva el miércoles, 23 de marzo, al superar su último trámite parlamentario en el Senado, ya que no ha introducido ninguna modificación al texto remitido por el Congreso de los Diputados. Durante varios decenios, nuestro sistema educativo ha estado sometido a excesivas reformas y cambios legislativos y, tal vez, sea la Formación Profesional la peor parada y perjudicada por dichas modificaciones normativas, al ser considerada una opción secundaria, lo que ha llevado a relegar a un segundo plano el
estudio de estas enseñanzas, de mano de obra barata, frente a la educación universitaria.
Pese a todo, en los últimos años se aprecia un cambio significativo como resultado, en parte, de esas reformas, y primordialmente porque los estudios y titulaciones de Formación Profesional tienen un aumento muy significativo de ofertas de empleo, e incluso llegan a superar la demanda de contratación de profesionales titulados en Formación Profesional a la de graduados universitarios; y así se acaba con el actual doble modelo de una formación profesional educativa y una formación profesional para el empleo, para pasar a un único sistema más abierto y flexible, y sin la evidente desconexión entre el sistema educativo y productivo del conjunto de España.